Descubre la profunda sabiduría y las enseñanzas compasivas del budismo tibetano a través de nuestra experiencia de exposición inmersiva
Diseño interactivo con espacios de mandala, áreas de ruedas de oración y salas de meditación
Presentando pinturas thangka tradicionales, banderas de oración y artefactos auténticos de monasterio
Mandalas de arena intrincados y arte simbólico que representa el universo budista
El budismo tibetano, también conocido como Vajrayana o Lamaísmo, surgió en el Tíbet en los siglos VII–VIII EC. Sus orígenes se encuentran en la transmisión de enseñanzas budistas Mahayana y Tántricas desde la India, así como en la integración de prácticas espirituales indígenas Bon.
La introducción del budismo en el Tíbet se atribuye tradicionalmente al rey Songtsen Gampo. Padmasambhava (Guru Rinpoche) desempeñó un papel clave en el siglo VIII, integrando la doctrina budista con las tradiciones indígenas. A lo largo de los siglos, evolucionó en cuatro escuelas principales: Nyingma, Kagyu, Sakya y Gelug.
Fundador de las prácticas tántricas del budismo tibetano.
Fundador de la escuela Gelug, filósofo influyente.
Figura mundial de la paz y la compasión.
Compasión universal y aspiración a la iluminación.
Las acciones determinan las futuras vidas en el samsara.
La verdadera naturaleza de la realidad, más allá de la existencia inherente.
Rituales, visualización y mantra para el progreso espiritual.
Preocupación activa por el bienestar de todos los seres.
Comprensión de la naturaleza de la realidad y el vacío.
Transformar la adversidad en el camino del despertar.
Respeto y confianza en los maestros como guías hacia la iluminación.
Representa las enseñanzas del Buda y el Noble Óctuple Sendero.
Llevan mantras y bendiciones con el viento.
Diagramas simbólicos utilizados para meditación y rituales.
Incluyen caracola, parasol, nudo sin fin y más.
Arte ritual que expresa la impermanencia y la compasión.
Repetición de sílabas sagradas para beneficio espiritual.
Rituales grupales para honrar a las deidades y generar mérito.
Enviar bendiciones a través de la recitación de mantras.
El budismo tibetano se ha convertido en una fuerza principal en la espiritualidad global, influyendo en el interés occidental por la meditación, prácticas de compasión y bienestar integral. El Dalai Lama es un símbolo internacional de paz y diálogo interreligioso.
El budismo tibetano da forma a la identidad, cultura y arte del pueblo tibetano. Los monasterios han servido como centros de educación, medicina y arte. Los valores budistas promueven la cohesión social y el respeto medioambiental.
Practicado en todo el Tíbet, Bután, Nepal, Mongolia y la región del Himalaya. Hay comunidades significativas en India (Dharamsala), Europa, América, Rusia y Australia.
Escrituras canónicas que incluyen las enseñanzas del Buda
Guía para las etapas de la muerte y el renacimiento
Gran Tratado de las Etapas del Camino a la Iluminación
Comentarios y tratados de maestros posteriores
Residencia histórica de invierno de los Dalai Lamas.
El sitio más sagrado del budismo tibetano.
Montaña de peregrinación sagrada en el oeste del Tíbet.
El primer monasterio budista en el Tíbet.
El legado del budismo tibetano incluye sus tradiciones vivas de monacato, meditación, artes sagradas (pintura thangka, mandalas, cantos) y un rico cuerpo de literatura espiritual. Sus monasterios, arte y festivales son tesoros del Patrimonio Mundial de la UNESCO. La preservación del budismo tibetano en el exilio ha conducido a un renacimiento global del arte, la música y la enseñanza espiritual tibetana.
"El principal propósito de nuestra vida es ayudar a los demás. Y si no puedes ayudarlos, al menos no les hagas daño."— 14º Dalai Lama (Tenzin Gyatso)